Aunque desde la costa no parece un lugar impresionante, esta casita roja en mitad del lago Mälaren, cerca de Estocolmo, esconde un secreto: una habitación bajo el agua, a tres metros de profundidad y a un kilómetro de la costa. Para llegar hasta este idílico enclave, el hotel pone a disposición del cliente una barca de remos para navegar por el lago.
Este proyecto del sueco Mikael Genberg se llama Utter Inn (utter en sueco significa nutria) y fue construido en el año 2000. Por un pequeño precio adicional, el propietario ofrece cena a los huéspedes pero la mayoría se preparan ellos mismos la comida. La vista del lago espectacular y la experiencia (sobre todo en verano), única.
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