Los Ángeles. Titulada "Becoming Los Angeles", abrirá oficialmente sus puertas el próximo domingo, día en el que pasará a convertirse en la muestra permanente más grande del museo, donde ocupa una superficie de 1,300 metros cuadrados y supone la culminación de una década de reformas con motivo del centenario de la institución.
"En Los Ángeles no conocemos nuestra historia", aseguró a Efe la vicepresidenta del museo, Karen Wise, californiana de nacimiento que recordó que ella se crió pronunciando Los Ángeles en inglés sin saber que "eran palabras en español".
La exposición, que supuso dos años y medio de trabajo, se estructura cronológicamente y comienza con utensilios que empleaban los gabreleño-tongva, aborígenes que habitaban la zona cuando en 1542 arribó a estas costas el explorador español Juan Rodríguez Cabrillo.
Con la colonización llegaron los sistemas de labranza europeos y las misiones, cuyo legado se enseña en cuadros y elementos religiosos propios de iglesias, un período en el que se fundó Los Ángeles (1781) y concluyó con la independencia mexicana de España tras una guerra que se prolongó de 1810 a 1821.
Como ejemplo de aquella conflagración se puede ver un sable del líder mexicano Vicente Guerrero, segundo presidente de México.
Retratos de los llamados "californios" (mexicanos nacidos en California) ilustran la época en la que el territorio era parte del país latinoamericano, se conocía como Alta California y tenía como capital a Los Ángeles, que en 1835 pasó de ser considerado un pueblo a una ciudad.
Por entonces, la zona era conocida por sus ranchos.
El conflicto bélico entre EE.UU. y México supuso que a partir de 1848 Alta California pasara a ser controlada por el Gobierno estadounidense y adoptara su denominación actual.
Llegó entonces la fiebre del oro, que en la exposición queda recogida por herramientas como una batea empleada para limpiar ese mineral y también la violencia a Los Ángeles, que durante las décadas de 1850 y 1860 se ganó la fama de la ciudad más peligrosa de EE.UU., época sangrienta como demuestran las armas exhibidas en el museo.
En la segunda mitad del siglo XIX la urbe padeció una plaga de langostas e inundaciones hasta que Los Ángeles floreció finalmente tras la Guerra Civil (1861-1865) y gracias a la conexión por ferrocarril con la costa este en 1876.
El "boom" del oro negro, del que se exhibe un antiguo brazo articulado para la perforación petrolífera, no hizo más que incrementar el interés por la ciudad que antes de 1900 ya contaba con medio millar de pozos, mientras paralelamente la agricultura ganaba enteros como recurso económico.
Con el cambio de siglo, Los Ángeles se garantizó el suministro de agua con la culminación de su acueducto en 1913 y se produjo una industrialización. De esa época es The Tourist, el primer automóvil fabricado en la ciudad, también expuesto en el museo, y el nacimiento de su era cinematográfica.
Un traje usado por Charlie Chaplin para encarnar por primera vez a Charlot en "Kid Auto Races at Venice" (1914) protagoniza la sección de Hollywood, en la que también se ve una rústica mesa de animación usada por Walt Disney.
"Era necesario crear una exposición con un poco de drama", explicó Wise.