Chef Sergio Díaz Patio San Román |
El espejo.
Por Mario Alejandro San José Gómez
estudiante de Alta Gerencia para hoteles y restaurantes 2019
Universidad Rafael Landívar.
estudiante de Alta Gerencia para hoteles y restaurantes 2019
Universidad Rafael Landívar.
Estoy seguro
que todos están completamente familiarizados con la famosa frase “yo tengo un
sueño”, dicha por el famoso Martin Luther King y aunque en aquel tiempo
representaba una ardua lucha por los derechos de las personas de tez oscura, la
hemos adoptado en nuestros tiempos con un significado un poco más especificó o
al menos yo lo he hecho, a lo que quiero llegar es a decir que yo también tengo
un sueño y a pesar de que no pude asistir a la charla del Chef Sergio Díaz en
el Restaurante Patio San Román y Restaurante Sublime de la zona 14 ciudad
Guatemala, pude escuchar su historia
contada con mucho entusiasmo por mis compañeros.
Y en este rezume*
quiero decir que yo no conozco al Chef Sergio Díaz, pero me identifico con él
en todo sentido, desde ya adopto su filosofía y lo admiro sin siquiera haberlo
visto. Yo también creo que la clave para realmente poder apoyar a los
colaboradores es a través de la comprensión, la responsabilidad y someterlo a
un ambiente un poco más exigente, y digo someterlo porque en realidad son muy
pocas las personas que hoy en día están dispuestas a salir de su zona de
confort para poder madurar sus habilidades.
A pesar de
que Sergio Diaz lo único que quería era salir del lugar en donde estaba, desde
el inició él ya había visualizado todo y muy probablemente ni siquiera él lo
sabía o comprendía el alcance de lo que estaba desarrollando. En varias
versiones por parte de mis compañeros escuche que él había ido a Chile y que
obtuve la oportunidad de trabajar en uno de los mejores restaurantes del mundo
y mientras él estaba laborando en ese restaurante decidió estudiar y de ese
modo se podría decir que iba obteniendo doble mérito y formándose de una forma
bastante sólida. Después obtuve la oportunidad en Estados Unidos y posterior a
eso regresó a su país natal para dar asesoría a restaurantes que necesitaran de
su talento para levantarse y seguir subsistiendo.
Pero ¿En qué
momento Sergio Díaz deja de ser una eminencia para convertirse realmente en un
líder? ¿Cuál es el momento en el que Sergio Díaz en realidad se vuelve un
aporte para nuestra industria? Según el criterio de cada persona este momento
podría estar en diferentes puntos de la vida de Sergio, pero para mí es justo
en el momento en que el decide dar inició a la apertura de su propio negocio
porque debo hablar claro ¿realmente Sergio es el mayor beneficiado de esto?
Indudablemente el sentimiento de satisfacción por parte de Sergio hoy en día
debe ser enorme, pero desde mi punto de vista los beneficiados somos nosotros o
bueno sus colaboradores ya que no solamente funda dos conceptos de restaurantes,
en realidad mezclado con su filosofía y su liderazgo, creo una escuela donde
los beneficiados son aquellas personas que tienen la capacidad de observar con
ojo crítico y saber que hay mucho que aprender de este personaje. Hoy por hoy tres
profesionales egresadas de la carrera de administración de hoteles y
restaurantes son su mano derecha en temas de liderazgo, comunicación, motivación
seguimiento y supervisión, son ellas nuestra compañera de clase Mariand Morales
Castillo, Licda. Ligia Gabriela Rodríguez, Licda. Maria Inés Gálvez-Sobral Lizarralde
y Licda. Isabel Martinez (actualmente en el grupo Fine Dining restaurantes
Ambia, Biba y Giuseppe Verdi y Verdi)
Yo siempre he
creído que si nadie me ayuda pues me ayudo y que no voy a ser yo el que nunca
pudo, pues si Sergio logró realizar ese tipo de hazañas espero tener el temple
para al menos estar a la altura de este y algún día ser llamado por mi catedrático
José Miguel Gaitán para contar poder transmitir mis conocimientos a las futuras
generaciones y en algún momento tener la oportunidad de poder aprender de
Sergio.
Para terminar, me
gustaría decir que Sergio no es solo un ejemplo para mí, también es fuente de
inspiración y esperanza de saber que si trabajamos duró algún día de verdad
podremos ver resultados y que no necesariamente necesitamos tener “cuello” o
algo por el estilo para llegar alto.
/rezume: *a) dejar salir por los poros de un elemento sólido las
gotas de un líquido. b) por extensión, dejar traslucir una emoción,
sentimiento o pensamiento.