Es importante que analice sus sentimientos para evitar confundirse y convencerse de que ya perdonó, cuando en realidad aún lleva toda esa carga en su corazón y refleja el miedo y el resentimiento en su vida.
Existen muchas personas que viven con rabia, enojo, dolor, sed de venganza y solo piensan en fastidiar a los demás. “Esas son actitudes y sentimientos que en realidad son una alarma de que algo no está funcionando bien. Una persona sana espiritual y mentalmente no actúa de esa manera, porque sabe que lo peor que logrará es enfermarse también físicamente”, explica la psicóloga Patricia de García.
“Además, esos resentimientos son una barrera que impide que el amor y la paz se manifiesten en su vida. Entonces, podemos observar que el perdón es una experiencia sanadora que lo lleva hacia la libertad, para recuperar la salud y el equilibrio de mente, cuerpo y espíritu”, afirma.
La especialista dice que “cuando se habla de perdonar, se trata de que se debe dejar ir el dolor y el resentimiento. Pero primero debemos perdonarnos a nosotros mismos; esto es esencial, pues nos ayudará a querernos, aceptarnos y a abrir nuestros corazones. Debemos perdonar a los demás, al igual que pedir perdón. Esto nos librará de ataduras y pensamientos bajos”.
Libérese
La psicóloga Patricia de García recomienda que para lograr el perdón son necesarios los siguientes pasos:
Aceptación: Hay que reconocer que estamos enojados o dolidos y nos hemos dedicado a cultivar resentimientos. Debemos identificar nuestros sentimientos y por qué nos sentimos así.
Cambio de imágenes: Es importante que se ponga en los zapatos de los demás. “Debemos conectarnos con la parte humana de quien nos hirió. Tómese su tiempo y vaya paso a paso en el proceso para reconocer que todos somos humanos; sobre todo entienda que para sanar usted, debe dejar ir aquello que le lastima”, concluye la profesional.
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