Por: Wendy Moctesuma Siglo21.
Es inevitable llegar al 31 de diciembre sin voltear la vista hacia atrás y susspirar hondo.
Desde hace algunos días nos hemos preguntado si logramos lo que nos propusimos al inicio de 2011: ¿qué pérdidas emocionales y materiales nos dejó este ciclo?, ¿qué ganamos?, ¿cómo nos irá en el próximo?
Otro significado
Este es un día en el que se hacen balances y eso nos confronta con lo que hicimos o dejamos de hacer durante el año. La celebración se tiñe de un sabor agridulce, mezclado con melancolía. Para la psicología del ser humano es importante pasar por esta fecha con plena conciencia, para poder cerrar un ciclo y dejar lo pasado en el pasado, reconocer y asumir las consecuencias de nuestras decisiones.
Pero tenemos dos únicas opciones: 1) nos pasamos la noche en lamentaciones y arrepentimientos o 2) le damos a este día otro significado, uno más alentador que nos permita recargar baterías.
Este 31 marca tajantemente el final de un año, pero también es el inicio de una nueva etapa, una nueva oportunidad de terminar lo que dejamos pendiente o de resolver lo que necesita resolverse. El psicólogo argentino Pablo Nachtigall, terapeuta en Bioenergética Transpersonal y facilitador de meditaciones activas de Osho, nos da algunas recomendaciones:
Reconoce tus logros
Sé consciente de aquellas metas o actividades que cumpliste en el año, sean pequeñas, medianas o grandes, y felicítate por ello. Aquellas que te quedaron en el tintero, si realmente tienes ganas, planifícate para poder comenzarlas en un futuro cercano.
Limpia viejos rencores
Aprovecha para dialogar con algún amigo-pariente y hablar de aquellas cosas que te hacen sentirte distante o molesto. Llegar a las fiestas habiendo aclarado problemas tiene un valor inestimable para tu bienestar psicológico.
Decide con quién quieres estar
El mandato cultural de estar en las fiestas con la familia puede resultar un limitante sin sentido. Es importante que te hagas responsable de tu placer. Decide con quienes realmente quieres estar en las fiestas. Puedes crear tu entorno o estar con gente que te haga bien. No necesitas ser una víctima de los mandatos o propagandas mediáticas que muestran “familias felices”.
¡Feliz año nuevo!
Para que este saludo sea dicho con convicción y amor, hay que prepararse. ¿Qué haces para que tu año sea más feliz y gratificante?, ¿te permites conocer tus sueños y aproximarte a ellos?, ¿practicas alguna actividad que te conecte con mayores niveles de energía y satisfacciones?, ¿o eres de los que esperan las fiestas para tener una excusa para festejar?
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