Para un amor, para la platea, a la medalla u otros
objetos, el beso ha sido escena recurrente en los Juegos Olímpicos de Londres. La lituana Ruta Meilutyte, de 15 años, besa su
medalla de oro.
El pesista Valentin Hristov, de Azerbaiján, besa sus
pesas después de levantarlas con éxito.
La rusa María Sharapova manda besos al público luego de
ganarle a la alemana Lisicki.
El jugador norteamericano de waterpolo Jesse Smith besa
a su hijo después de ganarle a Rumania.
Después de ganar en la prueba de ciclismo contrarreloj,
Kristin Armstrong besa a su hijo Lucas.
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