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jueves, 12 de julio de 2012

Londres: Problemas en la seguridad


Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 han sido acusados de ineptos por la propia prensa británica después de que el miércoles trascendiera que el número de militares destinados a tareas de vigilancia se ha de incrementar en 3.500, lo que elevará la suma total a 17.000. El hecho de que a dos semanas de la inauguración se haya descubierto que la empresa privada G4S no es capaz de suministrar el personal necesario para controlar el acceso a los recintos olímpicos ha causado perplejidad en Reino Unido.

La ministra del Interior, Theresa May, se ha visto obligada a comparecer en el parlamento para dar garantías de que “la seguridad de los Juegos no se verá comprometida. Sigue sin haber ninguna amenaza específica contra la seguridad y el nivel de alerta sigue siendo el mismo”. La seguridad es una de las grandes obsesiones de Londres 2012 y también, desde hace tiempo, una de las mayores fuentes de polémica. En diciembre pasado, el primer ministro David Cameron intervino personalmente en el debate y obligó a duplicar los presupuestos de seguridad hasta entonces previstos.

El gasto para las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos pasó de 51 millones de euros a 103 y el presupuesto para la seguridad de las instalaciones se incrementó de los 344 millones inicialmente previstos a 701. La decisión se produjo poco después de que el diario The Guardian asegurara que Estados Unidos había cuestionado los planes de seguridad de Londres 2012 amenazando con enviar a 1.000 empleados propios, incluidos 500 agentes del FBI. La embajada estadounidense desmintió después la información.

El Estado destinará 17.000 militares y 12.500 policías a la seguridad, a los que hay que sumar 10.400 de una empresa privada
Además de la fuerza policial habitual, el Estado destinará a casi 30.000 personas a la vigilancia en los Juegos, de las que 17.000 son militares y 12.500 policías. A eso hay que sumar los que proporcione la empresa privada G4S, en principio, debían ser 10.400.

Londres apuesta además por los grandes gestos, para disuadir a quienes tengan tentaciones de intentar atentados y para tranquilizar a público y participantes. Una de las decisiones más espectaculares es la de desplegar misiles tierra-aire en seis lugares estratégicos de la capital. Los tribunales han confirmado la legalidad de ese despliegue, al que se habían opuesto los residentes de un bloque de viviendas cercano al Parque Olímpico de Stratford.

Además, la fuerza naval estacionará al HMS Bulwark frente a Weymouth y Portland, en Dorset (costa suroeste de Inglaterra), donde se celebrarán las competiciones de vela y windsurf. Unidades marítimas de la Policía Metropolitana y los Royal Marines se desplegarán en botes patrulla a lo largo del Támesis en Londres, con el apoyo logístico del HMS Ocean, fondeado frente a Greenwich. La fuerza aérea tendrá además en estado de alerta a varios aviones Typhoon para controlar el espacio aéreo británico y varios helicópteros de la armada patrullarán los cielos de Londres.

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