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miércoles, 4 de julio de 2012

Santo Domingo del Cerro o Parque Cultural Efraín Recinos en La Antigua Guatemala.


Santo Domingo del Cerro o Parque Cultural Efraín Recinos en  La Antigua Guatemala.




Un espacio al aire libre  una de las más connotadas innovaciones, Combinar un espacio para el arte, salones y áreas para congresos convenciones y exhibiciones y un restaurante de especialidades para celebrar y vivir el arte así como degustar la mejor cocina de La Antigua Guatemala.
Para llegar desde la capital, sobre la recta antes de la curva que introduce a la ciudad colonial, al lado izquierdo una calle empedrada que sube. Consta de salones para exhibiciones, centro de convenciones, iglesia y restaurante plazas para pintores y escultores, lo que le da la categoría de galería de arte al aire libre.
El lugar forma parte del complejo cultural que ofrece el Hotel Museo Casa Santo Domingo.

Un poco de historia

Casa Santo Domingo se encuentra ubicada en las ruinas del templo de Santo Domingo, terminado en 1667. Este convento fue considerado uno de los más grandes de América y albergó por muchos años a un gran número de frailes y novicios dominicos. En 1989, Jorge Castañeda Cofiño tuvo la visión de comprar los terrenos en donde había estado el convento, para construir un hotel muy especial; un hotel-museo que permitiera rescatar y preservar el patrimonio arqueológico que allí se encontraba al mismo tiempo que pudiera darle un sentido de sostenibilidad al convertirlo en un lugar visitado por miles de personas tanto de Guatemala como de otros países.
En 1993 casa Santo Domingo inicia operaciones con el restaurante y eventos,  tres años más tarde apertura su primera área de 24 habitaciones. Desde esta fecha ha realizado adecuaciones y a la fecha opera el gran centro de convenciones, varios salones de eventos y banquetes y el Cerro de Casa Santo Domingo.
El complejo de casa Santo Domingo a sufrido en su desarrollo un crecimiento en cuanto a servicios, museos, restaurantes y habitaciones llegando tener 128 de diferentes tipos, 15 salones para eventos con capacidad de 800 personas, su característica es que cada una tiene una decoración muy especial desde las puertas antiguas hasta el adecuado revitalización de imágenes religiosas de incalculable valor, es en este objetivo que se centra la experiencia que transmiten a su huéspedes y comensales con referencia a vivir la experiencia en un hotel museo.
El último proyecto de expansión se orienta a revalorizar un área natural El Cerro de Santo Domingo un peculiar destino de arte, restaurante y centro de convenciones, que relacionados hacen un paraje sin precedentes con alto grado de innovación y belleza.

La Nueva Generación 

A mediados de febrero de 2009, Diego Castañeda, gerente General del Hotel Casa Santo  Domingo se encontraba reunido con la Junta Directiva del mismo, evaluando la posibilidad de aumentar la capacidad de realizar más numero de eventos en la Antigua Guatemala, pero para ello, deberían ampliar las instalaciones. Esta decisión debía tomarse a la luz del gran éxito que el mismo que el Hotel había tenido tanto a nivel nacional como internacional. Ante esta situación se planteaba la pregunta ¿cómo la ampliación para eventos podría afectar el posicionamiento y el liderazgo que el hotel ocupaba en ese entonces?     Por lo que se decide realizar el proyecto arquitectónico del Cerro de Santo Domingo que debía responder a las distintas actividades que se generan a través de la cultura y arte guatemaltecos, pero teniendo como punto de partida la preservación del paisaje y el respeto por el entorno natural del cerro.
Con un área de 63 manzanas, Santo Domingo El Cerro representa una inversión aproximada de US$4 millones —unos Q32 millones— y nació hace tres años en la imaginación de Jorge Castañeda Cofiño y Américo Giracca.
La propiedad está asentada en el cerro Santa Inés, y en completa integración a la naturaleza se construyeron salas de exposiciones, un centro de convenciones, salones para eventos sociales, académicos o culturales, una iglesia, restaurante y un museo dedicado a la última visita a Guatemala del papa Juan Pablo II.

Bastión del arte

Hacia cualquier punto a donde dirija la vista, el visitante encontrará una obra de arte. Según Castañeda, una de las premisas del diseño es destinar áreas en donde los artistas más destacados del país puedan expresarse con libertad a través de sus obras.
Así fue como los maestros Efraín Recinos y Luis Díaz se integraron al proyecto. También se encuentran obras de Carlos Mérida, Roberto González Goyri, Manolo Gallardo, Arnoldo Ramírez Amaya y María Dolores Castellanos, además de los aportes de Josué Romero, José Toledo y Sergio Valenzuela.
A ello se suma el empleo de materiales como acero, o tecnología avanzada, que requiere el uso de las membranas para techar espacios de magnitudes importantes, integradas ingeniosamente al paisaje mediante losas jardinizadas, taludes y fuentes.

El Tenedor

Entre las novedades, los turistas podrán degustar los platillos del restaurante El Tenedor del Cerro, que ofrecerá especialidades de alta cocina en un concepto de parrilla, pizza y pasta.
El restaurante cuenta con la escultura de un tenedor gigante, de seis metros de altura, que fue esculpida por el maestro Elmar René Rojas.
El complejo también cuenta con un parque ecológico en la parte de atrás del cerro,  un anfiteatro para eventos culturales  un área especial en donde todo el tiempo trabajarán artistas nacionales, con el fin de que los turistas locales y extranjeros puedan apreciar el arte nacional, en un marco de belleza natural.

El concepto de hotel-museo

Desde sus inicios, el hotel se desarrolló bajo los más altos estándares de investigación arqueológica y preservación del patrimonio cultural. El proyecto de construcción tuvo tres grandes etapas de trabajo arqueológico: las dos primeras (1989-1990 y 1994-1998) para realizar la restauración del antiguo convento y la última (iniciada a principios del 2002) para estudiar los materiales recolectados en más de cinco años de excavaciones.
La construcción del hotel se realizó pensando en la integración perfecta de la arquitectura original y de las colecciones de los artículos encontrados. Es así como tanto en los pasillos como en las habitaciones del hotel, se podían apreciar desde esculturas domésticas hasta objetos religiosos de fina platería. Las obras más hermosas y valiosas se encontraban en el “Paseo de los Museos” que era un conjunto de museos que incluía el Museo Colonial, el Museo Arqueológico (con una colección de más de 50 piezas en su mayoría correspondientes a la época de mayor esplendor de la Cultura Maya) y el Museo de Arte Precolombino y Vidrio Moderno (con obras de arte en barro, piedra y vidrio). Es así como Casa Santo Domingo combinaba un excelente servicio de hospedaje y alimentación a sus huéspedes, al mismo tiempo que ofrecía una experiencia única de contacto con los tesoros de la cultura guatemalteca.
En el 2004, por segunda vez, la revista Traveler (Conde Nast) incluyó al hotel en su “Lista de Oro” como uno de los mejores hoteles no solo de América sino del mundo.
Además, huéspedes como J. Chirac, el Presidente de Francia; William Clinton, Presidente de Estados Unidos y su esposa, Hilary Clinton; Harrison Ford, Julio Iglesias y otros, han comentado que Casa Santo Domingo es “definitivamente uno de los lugares más interesantes y relajantes en los que se ha hospedado en todos sus viajes”.

El recurso humano como elemento de diferenciación

Tanto el Sr. Diego Castañeda, como la Junta Directiva y el equipo gerencial, entendían que una parte importante del éxito del hotel se debía al excelente servicio que sus colaboradores brindaban a los huéspedes. Por esta razón, el hotel se esforzaba por ofrecer a sus empleados no solo salarios muy competitivos sino también programas permanentes de capacitación y crecimiento profesional, alimentación sin costo, etc.
Tal vez el programa más innovador en términos de motivación del recurso humano correspondía a la Asociación Solidarista, que era una forma como los empleados podían organizarse. Este Asociación era la dueña de dos fábricas dentro de las instalaciones del hotel: una de cera y otra de cerámica. El propósito es que los mismos empleados se encargaran de administrarla y así podrían contar con recursos adicionales para préstamos inmediatos con tasas bajas de interés, acceso a créditos para compras de alimentos y electrodomésticos, dividendos anuales, etc

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